La producción de piezas rotomoldeadas se ha convertido en una de las alternativas preferidas en la industria. Al fin y al cabo, aporta numerosas ventajas frente a otros procesos, como la obtención de productos más duraderos, resistentes, económicos, sin empalmes y con diseños más complejos.
Gracias a los beneficios, cada vez más emprendedores invierten en su implementación. Para que tenga una idea, Rotoline, que es una referencia en el sector, tuvo un incremento del 51,5% en la fabricación de equipos en 2021. Para 2022 se estima un crecimiento superior al 33%.
Esos datos, señalados por el director comercial de la empresa, Raphaeli De Luccas (en entrevista con el portal Plastico.com.br), demuestran cómo el segmento se fortalece y sigue creciendo.
Ante tantas oportunidades, es natural que los inversores tengan dudas sobre qué es más ventajoso, si externalizar la producción de piezas rotomoldeadas permite un mayor alineamiento con la demanda de la empresa. Después de todo, no dependerá de pedidos grandes y podrá abastecer su stock de acuerdo con el volumen de pedidos.
Comprenda los pros y los contras de tercerizar la producción de piezas rotomoldeadas
También conocido como moldeo rotacional, el procedimiento de rotomoldeo se basa en la transformación de termoplásticos. Como su nombre indica, esto se realiza a través de máquinas que obtienen piezas a partir de la rotación de un molde. Pero, ¿realmente vale la pena externalizar el proceso?
¿Por qué muchas empresas optan por maquila?
Al tratarse de un proceso nuevo para muchas industrias del sector, optar por la maquila acaba siendo visto como un camino más seguro. Al fin y al cabo, esto asegura que la producción de piezas rotomoldeadas passe por um controle de qualidade, além de uma resposta rápida em situações onde seja necessária alguma intervenção.
Otro punto importante es que las compras tercerizadas evitan varios esfuerzos e inversiones. Estamos hablando de capacitación del personal, adecuación de la infraestructura, adquisición de equipos, etc.
Dependiendo del volumen, la relación costo-beneficio de los artículos tiende a ser ventajosa. Esto se debe a que, la contratación suele estar enfocada a manufacturas de alta demanda. Termina reduciendo el costo del producto final.
¿En qué casos es más ventajosa la internalización?
Por otro lado, tener una producción de piezas rotomoldeadas permite un mayor alineamiento con la demanda de la empresa. Después de todo, no dependerá de pedidos grandes y podrá abastecer su stock de acuerdo con el volumen de pedidos. Esto preserva el saldo de efectivo.
Además, por más cara que sea la compra de maquinaria y el periodo de adaptación, las inversiones iniciales del rotomoldeo son inferiores a las requeridas para otros procesos.
A medio y largo plazo, los gastos de tener una producción de piezas rotomoldeadas se acaban pagando solos. Después de todo, además del tema de la demanda, es posible obtener mayores márgenes de beneficio.
Al mismo tiempo, tener su propia maquinaria significa asegurarse de tener el control para lograr la excelencia que desea.
Con control total sobre los procesos de producción, tendrá más seguridad en cuanto a la calificación de su equipo, la rigidez de sus procesos y las inversiones realizadas en mejoras e innovación. Recuerde que todo esto impacta en la satisfacción del cliente.
Garantizar la elección correcta del equipo
Como puede ver, la maquila es interesante si está dispuesto a realizar pedidos grandes y tiene la seguridad de que el proveedor que elija tiene la experiencia necesaria y el compromiso con sus necesidades.
Por otro lado, la producción propia de piezas de moldeo rotacional es más adecuada si está dispuesto a recuperar el retorno de la inversión en un período un poco más largo, pero quiere tener un control total sobre su demanda, excelencia en la producción y márgenes de lucro.
En todos los casos, es necesario certificar la calidad del equipo. Esto se aplica a las máquinas utilizadas por sus proveedores o compradas por su empresa. Éstas deben ofrecer toda la excelencia que espera transmitir a los clientes en los productos que fabrica.
Rotoline es una referencia absoluta en el sector y lleva más de 20 años creando equipos de última generación para el rotomoldeo. Presente en los 5 continentes y más de 30 países, con fábrica en Brasil y sede en Estados Unidos.
No importa lo que desee en su producción de piezas rotomoldeadas, nuestra maquinaria puede hacer realidad su proyecto.
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